El dibujo en caballete me ha ayudado mucho a soltarme y sobre todo a dibujar en grande que al no estar acostumbrados, siempre es más difícil. Pero ahora volvemos al DIN A4, mucho más cercano a nosotros y a la profesión del arquitecto.
El trabajo es totalmente diferente, bolígrafo y cuaderno de apuntes.
Nuestra misión ahora es aprender a coger apuntes rápidos ya que es el ejercicio diario del arquitecto, que continuamente plasma sus ideas en trazos espontáneos y sin mucha precisión, ya que a partir de ahí comenzará a desarrollarse el trabajo. Podríamos decir que son bocetos poco detallados que recogen los conceptos principales.
Como todas las semanas tenemos un artista como modelo de referencia y esta vez ha sido Alberto Giacometti, escultor y pintor suizo.
La primera parte de la clase, tanto del jueves como del viernes consistió en dibujar las imágenes de Giacometti al mismo tiempo que Fernando, Pedro e Iván lo hacían en la tableta.
A continuación expongo la evolución de mis dibujos y sus originales:
La segunda parte de la clase consistió en dibujarnos entre nosotros distribuidos por el aula según habíamos aprendido. Los dibujos deben crearse por la acumulación de líneas que en un momento dado pueden dar lugar a una figura (figura-fondo), evitando el contorno y pudiendo dar por terminado el dibujo en cualquier momento ya que debe ser entendido como un todo.
Me ha resultado mucho más fácil imitar a Giacometti que dibujar desde 0 a mis compañeros porque inconscientemente trato de crear la figura desde el primer momento y los contornos son muy marcados. Aquí podéis verlo ...
Hay que seguir trabajando ...
